Se apagan las luces por última vez,
una sala vacía, otra vez el hotel
y el dormir.
Me alcanza el ruido de esta ciudad.
Estoy sola, aunque me abraza la noche
No te rindas y no me digas
que no hay una fuerza así
Yo lo sé muy bien
y no me equivoco
Y es que el amor es una potencia
que es capaz de alcanzar hasta al cielo.